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 DIVULGACION
Artículos de Divulgación en Astronomía

 

"MEDIO SIGLO EN EL ESPACIO"

por Antonio Sánchez Ibarra

Octubre 4, 2007

 

Hace medio siglo, un sencillo "bip...bip" cimbró a la humanidad y se convirtió en la música de una nueva era que configura, en gran parte, el mundo actual que vivimos.

El 4 de octubre de 1957, exáctamente a las 12:19 tiempo local, desde la región central de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, despegaba un cohete R7 portando una esfera metálica de 58 cm de diámetro que, escasos minutos después, se convertía en el primer artefacto hecho por seres humanos que salía de la Tierra y alcanzaba el espacio exterior. Era el Sputnik 1.

La decisión de lanzar el Sputnik 1 fue motivada por el anuncio de parte de Estados Unidos de su propósito de colocar un satélite en órbita de la Tierra.

Sputnik 1 abriría un universo de posibilidades: Desarrollar alta tecnología, observar el universo desde fuera de la atmósfera, hacer estudio de
materiales y de medicina en condiciones de micro-gravedad, ir a la Luna, explorar los planetas, etc.

Desde el punto de vista político, en tiempos de la guerra fría, el lanzamiento del Sputnik colocaba en ventaja de nuevo a la Unión Soviética sobre los Estados Unidos. Ello habría de desatar una competencia tremenda en la que sólo una década después, Estados Unidos habría de tomar la delantera de nuevo.

No había transcurrido el mes desde el lanzamiento del Sputnik 1 cuando la Unión Soviética lanzaba el Sputnik 2, mucho más pesado que el anterior y, que ante todo, tenía una particularidad especial: En su interior viajaba el primer ser vivo al espacio, la perra Laika.

Colocar a Laika en órbita se convertía en un claro aviso a los Estados Unidos de que los soviéticos ya se preparaban para enviar seres humanos al espacio. Tal situación, habría de acelerar la creación de la muy conocida agencia espacial NASA, quien tomaría en sus manos los proyectos espaciales en lugar de estar bajo control de los militares que no habían logrado colocar en órbita su satélite Vanguard.

Sería hasta el 31 de enero de 1958 cuando Estados Unidos logró colocar en órbita su primer satélite, el Explorer 1.

Tres años y medio después del Sputnik 1, el 20 de abril de 1961, la Unión Soviética lanzaba el Vostok 1 con el teniente coronel Yuri A. Gagarin como primer cosmonauta y ser humano que viajaba al espacio. Dos años después colocaba en el espacio a la primera mujer, Valentina Tereshkova.

Tan rápido avance de los soviéticos, habría de llevar al entonces Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, a dar su famoso discurso donde comprometía a su nación en enviar astronautas y regresarlos a salvo antes de que concluyera la década de 1960.

Tal impulso logró conjuntar recursos económicos, materiales y humanos que permitirían a los Estados Unidos avanzar en esa carrera espacial. Su culminación ocurrió con el vuelo del Apolo 11 en julio de 1969, colocando al primer humano sobre la Luna, Neil Amstrong.

Concluido el programa Apolo, el programa espacial americano pareció perder brújula. Mientras que los soviéticos se concentraron en mantener la estación espacial Mir con tripulación constante, los Estados Unidos lanzaron su laboratorio espacial Skylab que pudo ser utilizado sólo por tres tripulaciones y habría de centrarse en la construcción de la primera nave espacial reutilizable: El transbordador espacial.

Los principales éxitos de la década de 1970 y parte de los ochenta, fueron las sondas interplanetarias automáticas y no tripuladas. Mariner 10 a Mercurio, Pioneros a Venus, Mariner y Vikingos a Marte, Pioneros y Voyager a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno y el encuentro de sondas europeas, soviéticas y japonesas con el Cometa de Halley.

La flotilla de trasbordadores espaciales finalmente entraron en operación en la década de 1980 pero sin una misión muy clara. A ello se sumó la tragedia del Challenger explotando 73 segundos después de su lanzamiento el 28 de enero de 1986.

Finalmente los trasbordadores se enfocaron al armado de la Estación Espacial Internacional. La Unión Soviética se desmembró y con ello su programa brújula. Mientras que los soviéticos se concentraron en mantener la estación espacial Mir con tripulación constante, los Estados Unidos lanzaron su laboratorio espacial Skylab que pudo ser utilizado sólo por tres tripulaciones y habría de centrarse en la construcción de la primera nave espacial reutilizable: El transbordador espacial.

Los principales éxitos de la década de 1970 y parte de los ochenta, fueron las sondas interplanetarias automáticas y no tripuladas. Mariner 10 a Mercurio, Pioneros a Venus, Mariner y Vikingos a Marte, Pioneros y Voyager a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno y el encuentro de sondas europeas, soviéticas y japonesas con el Cometa de Halley.

La flotilla de trasbordadores espaciales finalmente entraron en operación en la década de 1980 pero sin una misión muy clara. A ello se sumó la tragedia del Challenger explotando 73 segundos después de su lanzamiento el 28 de enero de 1986.

Finalmente los trasbordadores se enfocaron al armado de la Estación Espacial Internacional. La Unión Soviética se desmembró y con ello su programa espacial, permaneciendo sólo como participantes en la Estación Espacial. En cambio, la Agencia Europea del Espacio se fortaleció y comenzó a enviar sondas interplanetarias así como a formar sus propios astronautas.

Recientemente se han tenido otros avances. Regresó la exploración del planeta Marte con envio de sondas cada dos años, la exploración de Júpiter, Saturno y sus satélites por las sondas Galileo y Cassini, así como el lanzamiento de Nuevos Horizontes hacia el planeta enano Plutón.

En el escenario espacial ha aparecido con una fuerza sorprendente China, quien ya colocó astronautas en órbita y planea crear su propia estación espacial e ir a la Luna.

Tal irrupción provocó una revisión al programa espacial de NASA y se decidió retirar para el 2010 los trasbordadores espaciales y retomar el diseño del programa Apolo, modificarlo y regresar a la Luna e, incluso, planear viajes tripulados a Marte.

Lo cierto es que la exploración espacial ha impactado en todos los ordenes de la vida. El impulso forzado a desarrollar tecnologías, computación y materiales, lo podemos ver a nuestro alrededor.

Esperemos sólo que el espacio nunca se vuelva un campo de batalla.
 

Este artículo puede ser reproducido en forma impresa o electrónica otorgando los créditos correspondientes.