RETOS DEL ASTRÓNOMO AFICIONADO A INICIOS DEL SIGLO XXI
por Antonio Sánchez Ibarra
Octubre 10, 2004
"La imaginación es más importante que el conocimiento".
Albert Eintein
Hace unos días recibí un mensaje de un colega uruguayo a través del foro de
la Liga Ibero-Americana de Astronomía. En el mensaje, expresaba preocupado
sus dudas sobre la validez de las observaciones de variables por aficionados
al existir un cúmulo de sistemas automatizados. Su inquietud tuvo la
respuesta acertada del Coordinador de variables de la LIADA, pero me hizo
reflexionar.
Considerándome ante todo y por siempre un aficionado independientemente de
que me dedique profesionalmente a la Astronomía, hago una revisión a la
evolución de la Astronomía para los aficionados en los últimos treinta años.
En la década de los setentas, era toda una proeza para los aficionados el
conseguir telescopios, literatura astronómica y, ante todo, el mantenerse
comunicados. Recuerdo perfectamente cómo el enviar un artículo a "Universo"
de la LIADA, se realizaba a través del lento correo con el consabido riesgo
de que nunca llegara. Penosamente, la correspondencia iba y venía en lapsos
que significaban como mínimo, dos meses.
Afortunados quienes conseguían Sky and Telescope o Astronomy, que comenzaba
a surgir en esa época. Recuerdo perfectamente que aún en mi
natal Nogales, Sonora, en la frontera con Estados Unidos, las cosas se
complicaban. Mucho peor para aquellos que estaban lejos de la frontera e
inmensamente mayor para nuestros hermanos en Centro o Sudamérica.
De igual forma la dificultad para contar con un telescopio. Yo evolucioné de
un refractor de 2.5 cm en 1975 a un reflector newtoniano de 10 cm en 1978 y
hasta 1985 un catadióptrico de 12.5 cm.
¿Fotografía? ¿Cámaras? ¿Accesorios? Todo esto era igual a sueños.
La década de los ochenta viene con la novedad de los CCD. Claro, CCD para
grandes observatorios e instituciones. ¿Para los aficionados? Ver las
imágenes en las revistas.
En la década de los noventa, los CCD comienzan a ser accesibles para los
aficionados, aunque obviamente no para todos. En especial, SBIG presentaba
CCD pequeños que permitían una revolución aunada a la disminución en costo
de los computadores.
Pero quizá el mayor impacto para los aficionados es la llegada de Internet
en 1995. Yo mismo recuerdo mis limitaciones incluso en la Universidad de
Sonora para tener el acceso, una cuenta de correo y trabajar con viejos
navegadores.
No puedo olvidar mi expresión de asombro cuando podía ingresar a la pagina
del Observatorio Solar Nacional de Estados Unidos y ver las imágenes del Sol
obtenidas ese mismo día, o a la pagina de NASA y ver el avance de la
exploración espacial. Más sorprendente era ver las últimas imágenes del
telescopio espacial Hubble.
El mundo se abría. Podía dirigir correos y estar comunicado no sólo con los
colegas en mi área, sino con cualquiera que tuviera el acceso. Veía las
páginas Web y me dije: "Debemos de tener lo mismo".
Pero en el transcurso del tiempo, ya en el principio del siglo XXI, tenemos
un tremendo desfase.
Llamémosle la vieja guardia y me incluyo. ¿Cuántos hemos evolucionado al
ritmo de estos cambios? ¿Para cuántos se vuelve fundamental el estar
revisando el correo electrónico? ¿Cuántos navegamos diariamente para revisar
las últimas noticias o imágenes? ¿Cuántos hemos logrado una disciplina de
comunicación por este medio?
¿Hemos intentado en lugar de adquirir una cámara fotográfica contar con un
computador y un CCD sencillo? ¿Hemos incursionado en el video con
telescopio? ¿Sabemos cuán infinitamente económico es el utilizar video o CCD
versus fotografía convencional para quienes no tenemos recursos?
¿Medimos el potencial no sólo de tener una pagina Web, sino de estarla
actualizando periódicamente y, periódicamente no significa cada mes?
Ansiábamos años ha el tener en nuestras manos una revista con imágenes
astronómicas recientes. Ahora fluyen por megas las imágenes y la
información. ¿Revisamos las imágenes buscando algo? ¿Sabemos del gran éxito
que han tenido muchos aficionados explorando imágenes de SOHO para descubrir
nuevos cometas?
Por otra parte, ¿Podemos creer que todo el cielo esta cubierto con los
nuevos sistemas automatizados? Obviamente no. LINEAR o SKYWATCH no pueden en
ningún momento cubrir todo el cielo.
¿Podemos desaparecer a la AAVSO (American Association of Variable Star
Observers) porque ya no son validas las mediciones de brillo de variables?
¿Abatimos todas las redes de observación de manchas solares con el Índice de
Wolf o el Sistema de Clasificación?
¿Dejamos de buscar cometas porque LINEAR ha encontrado muchos?
Principio: Ninguna observación esta de más. Todas contribuyen a colectar
información muy valiosa acumulativamente para la comprensión de muchos
fenómenos y búsqueda de nuevos objetos.Único ejemplo que voy a presentar, es la construcción de curvas de luz de
estrellas variables por la AAVSO.
Por otra parte, existen numerosos programas de participación en proyectos
como SETI@home o la pagina de observación de cometas de NASA.
Nuestra generación, quienes comenzamos a observar en la década de los
setenta, tenemos el implícito compromiso de evolucionar y no sólo
mantenernos en los tiempos, sino visionar las posibilidades a futuro.
Mucho les he insistido a mis estudiantes, en el hecho de que nosotros,
miembros de un país en vías de desarrollo, siempre a la zaga, por vez
primera teníamos las mismas condiciones y posibilidades que cualquiera.
Esto es Internet. ¿Qué puede marcar la diferencia entre una pagina web y
otras diez mil que aparezcan en un buscador? Yo creo que sólo la creatividad
y el trabajo. Ahora, ahora, ahora, tenemos las mismas posibilidades que
cualquiera.
Las nuevas generaciones de astrónomos aficionados navegan en Internet desde
los siete años. Usan Messenger y tienen habilidades que nosotros no
imaginamos.
¿Qué haremos? ¿Cuál es el compromiso?
Estar en tiempo simplemente. Tener visión. Imaginar las posibilidades.
Sea LIADA, AstroRed o cualquier otro grupo, tienen ahora el compromiso
ineludible de estar en tiempo. ¿Nos seguiremos desgastando consiguiendo
recursos para mantener una revista impresa o consiguiendo película
fotográfica? ¿Por qué no podemos implementar nuevos programas de observación
sumados a los existentes donde alguien este revisando imágenes de SOHO o del
telescopio Hubble?
¿Cómo podremos atraer a esas nuevas generaciones si nuestras paginas Web se
mantienen congeladas por semanas? ¿Podemos en base a la disciplina y la
consistencia estar buscando nuevos objetos en el cielo?
Los retos actuales no son de recursos, son de imaginación y visión.
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