CARL SAGAN: SETENTA AÑOS DE PRESENCIA
por Antonio Sánchez Ibarra
Noviembre 9, 2004
(mensaje enviado a solicitud del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos y el Centro de Astrobiología de Madrid, España, para ser leído durante la apertura del programa de homenaje a Carl Sagan en el 70 aniversario de su nacimiento que se celebra el 9 de noviembre de 2004).
El 20 de diciembre de 1996, millones de personas sintieron un vacio de
posibilidades ante la partida de Carl Sagan.
Americano de nacimiento, ciudadano del mundo por su trabajo, entrega y
perspectiva desarrollada, Sagan dejaba entre nosotros un hueco por cubrir,
tan grande como los agujeros negros.
Había sido el científico, quien había previsto las condiciones de Venus,
quien impulsaría proyectos como el Vikingo, quien hablaría con los
astronautas que viajarían a la Luna y quien había impulsado proyectos como
el programa de exploración a Marte, ante Dan Goldin, el director en esaépoca de NASA. Había promovido el enviar una placa y un disco en sondas que
habrían de abandonar nuestro Sistema Solar, hacia las estrellas.
Fue el humano quien se mantuvo preocupado por el ambiente, por la
permanencia de las armas nucleares. Con otros científicos, contempló la
posibilidad de un "invierno nuclear" ante un ataque incluso limitado del
arsenal nuclear.
Enfrentó, como el mismo lo expresó, el "juicio aquel que no podemos perder
por falta de comparecencia", ante las seudo-ciencias. Nos dejó no un libro,
sino un tratado en "El Mundo y sus Demonios", como una guía para ilustrar y
permitir que enfrentemos tal embate acorde con la irracionalidad que se
vive.
Pero, ante todo, fue quien compartió hasta el último momento, la
perspectiva, el conocimiento, la inspiración y la esperanza con...¿Quién?... con el ciudadano común, contagiando con una mezcla de Astronomía,
Arqueología, Antropología, Sociología, Biología y Filosofía, su serie"Cosmos", revelando la vocación de muchos y saciando la perspectiva de
millones ante su anhelo de saber y tener horizontes diferentes.
Nos dio la continuación de Cosmos con "Un pálido punto azul". Nos fascinó
con su única creación de ciencia-ficción que fue "Contacto", llevado a las
masas a través de la cinematografía en una riqueza de circunstancias que nos
enfrenta, ante todo, a nosotros mismos.
Se despidió con "Miles de Millones", obra concluida por su compañera, Ann
Druyan, revisando como nunca aspectos sociológicos.
En enero de 1996, en la Universidad de Sonora, recinto de educación superior
en un Estado del noroeste de México, nacía el proyecto de un observatorio
astronómico. No el más grande ni el más sofisticado, pero si uno que incluía
como alta prioridad, la función educativa en el marco de un observatorio
profesional.
Once meses después, Sagan abandonaba su presencia física en el planeta
Tierra. Meses después de tal impacto, comento con mi compañero astrónomo,
Julio Saucedo, lo acorde que sería dedicar tal observatorio a la memoria de
este terrícola. De inmediato manifestó su aprobación.
Nombre cuestionado en muchas ocasiones por una perspectiva
nacionalista, precisamente una de las cosas que Sagan combatía, el
Observatorio "Carl Sagan" es un reflejo de nuestra preocupación constante
sobre la educación y la difusión de la Astronomía y las Ciencias del Espacio
en un propósito de propiciar no solo una cultura astronómica básica, sino el
mas allá, la inspiración y la reflexión.
Entre todas las reflexiones y, ante todo, ejemplo y congruencia de Sagan, se
encuentran el balance entre la curiosidad humana y su escepticismo: base
fundamental no de un pensamiento, sino de una actitud verdaderamente
científica.
En diciembre de 2002, Ann Druyan me escribía: "En medio de la violencia,
injusticia y miopía del presente, en un mundo despojado de un maestro como
Carl Sagan, es fácil desesperarse. Pero, esto es algo que nunca vi que Carl
hiciera. Pese a que no fue nunca una persona de fe, siempre tuvo una voz de
esperanza. Él estudió la historia de la vida y de la humanidad y llegó a la
conclusión de que podríamos vencer nuestros demonios.
Este fue uno de los innumerables regalos que nos hizo. Este, y un prolífico
cuerpo de trabajo que atestigua en miríadas de formas al gran cosmos que la
ciencia revela".
Carl Sagan se fue físicamente en 1996, pero perdura entre nosotros, más allá
de su rica y diversa obra, en el compromiso que nos ha dejado a todos en
continuar esta tarea de mostrar el Cosmos y, a través de ello, hacernos
mejores.
Por eso, celebramos con Ustedes y nos congratulamos por tal iniciativa de
vuestra parte, quienes somos parte del Observatorio "Carl Sagan", el
septuagésimo cumpleaños vigente de este ciudadano del mundo: Carl Sagan.
Un abrazo fraternal,
Antonio Sánchez Ibarra
Observatorio "Carl Sagan"
México.
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