BREVE CRÓNICA DE UNA CITA DE 130 AÑOS
por Antonio Sánchez Ibarra
Julio 29, 2004
En la pantalla apareció una bandera mexicana sobre el pasto ondeando
suavemente. Llegaron las notas del himno nacional. Al concluir, el cuadro se
abrió y aparecieron, junto a la bandera nacional, las banderas de Egipto y
de Estados Unidos. Comenzó a sonar la composición que Sousa había realizado
en 1882, titulada "La marcha del tránsito de Venus".
Con estas imágenes transcurrían los últimos minutos para alcanzar una cita
de 130 años. Cita a la que había acudido el Ing. Díaz Covarrubias con cuatro
compañeros en 1874 en un viaje de penurias de dos meses de Cd. de México a
Veracruz por tren; de Veracruz a la Habana por barco; de la Habana a Nueva
York por barco; de Nueva York a San Francisco por tren y de San Francisco a
Yokohama, Japón, por barco. Todo, después de convencer al Presidente de la
República, Lerdo de Tejada, en realizar la primera expedición científica
para observar el diminuto disco del planeta Venus cruzando frente al disco
del Sol, en un fenómeno que no ocurría desde 1769.
El equipo de Díaz Covarrubias logró su cometido dentro de los alcances de
los instrumentos de la época. Viajó después a Francia y presentó sus
resultados. Se preguntó, Cómo habría de ser esa observación dentro de más de
un siglo ?
Las imágenes de las banderas con el himno y la marcha del tránsito de Venus,
abrían esa observación 130 años después. No se había requerido convencer a
un Presidente de la República, sino sólo plantearlo al Gobernador estatal.
No se había viajado por dos meses en tren y buque carguero, sino realizado
una travesía de 17 horas en jet comercial. No era Yokohama en Japón: era El
Cairo, Egipto.
Fue en noviembre de 2003, apenas ocho meses antes de la cita del 8 de junio,
cuando se comenzó a explorar la posibilidad de observar el siguiente
tránsito de Venus: sexto desde la invención del telescopio en 1609.
El tránsito, fenómeno que sólo ocurre con los planetas internos Mercurio y
Venus, significaba la oportunidad de ver al planeta Venus, en perspectiva,
pasando frente al disco solar en un lento deslizamiento de seis horas.
Antaño utilizado como un recurso fino para medir y verificar la distancia de
la Tierra el Sol, ahora se presentaba, ante todo, como una oportunidad
educativa única.
Pero el fenómeno no era visible en América. De hecho, una de las mejores
regiones del mundo en cuanto a posibilidad de cielo despejado, era el
convulsionado Medio Oriente. De esa región, se seleccionó El Cairo, Egipto.
Se elaboró el proyecto que fue presentado al Gobernador del Estado de
Sonora. Rápidamente fue aprobado. Era enviar a la "Expedición Sonora",
maestros y estudiantes, no solo a realizar la observación y grabación del
fenómeno, sino también, acorde a los tiempos y recursos, a transmitir el
fenómeno en vivo por Internet.
Concluyendo la Marcha del Tránsito de Venus, Pablo González Loera pulsaba un
botón para cambiar de cámara mientras Omar Alí López Herrera vigilaba,
junto con los compañeros de Informática de la Universidad de Sonora, el
flujo de la transmisión. "Buenos días el Cairo, buenas noches Hermosillo. La
Expedición Sonora desde la Universidad Americana en El Cairo, Egipto, inicia
esta transmisión del tránsito del planeta Venus frente al disco solar,
llevándoles la imagen en vivo por Internet a 130 años de que nuestros
predecesores observaron desde Yokohama, Japón." indicaba un servidor al iniciar el programa.
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