HACIA UN IMPACTO PROFUNDO
por Antonio Sánchez Ibarra
Enero 11, 2005
No se trata de la película que en 1998 puso de moda el temor ante la
posibilidad de que un cometa se impactara contra la Tierra, pero sí brillará
un chispazo de luz en el cielo perceptible en telescopios el próximo 4 de
julio a las 06 hrs. UTC, cuando por primera vez, una nave enviada por seres
humanos haga contacto con un cometa.
Impacto Profundo ("Deep Impact", DI en inglés), inicia un viaje de millones
de kilómetros para tener una cita con el Cometa Tempel 1 el lunes 4 de
julio.
Concebida desde 1999 como parte del programa "Misión Descubrimiento" de la
agencia espacial americana NASA, Impacto Profundo prácticamente arrancará
muchos de los secretos de la naturaleza de los cometas, considerados"cápsulas del tiempo" al contener en su composición y comportamiento,
información de la nube donde se formó el Sistema Solar hace cinco mil
millones de años.
Lanzada a bordo de un cohete Boeing Delta II, DI escapa de la atracción
gravitacional de la Tierra ubicándose en una órbita alrededor del Sol
calculada para tener su encuentro con el cometa.
El cometa seleccionado es el Tempel 1, descubierto en 1867 por el astrónomo
Ernst Tempel. Es un cometa clasificado como de corto período, ya que
completa su órbita alrededor del Sol en sólo cinco años y medio. Recordemos
que el célebre Cometa de Halley recorre su órbita en 76 años.
Tal periodicidad de Tempel 1 lo convirtió en el "blanco" favorable para el
encuentro con DI. Sin embargo, si la nave no hubiese logrado despegar en el
tiempo marcado como "ventana de lanzamiento", tendría que cambiarse el
objetivo y seleccionar otro cometa de corto período.
Los cometas son cuerpos con un núcleo relativamente pequeño, que en promedio
tiene una longitud de 8 a 12 km., con forma irregular, superficie muy oscura
y baja masa. La composición fundamental es polvo y gases. En las lejanías
del Sol, los cometas sólo son el núcleo. Sin embargo, cuando se aproximan al
Sol, hay reacciones en su superficie por la radiación solar que provocan el
desprendimiento del polvo y gases provocando la formación de una envoltura
alrededor del núcleo, llamada en la jerga "coma". La coma puede llegar en el
máximo de algunos cometas, la dimensión de un millón de kilómetros de
diámetro o mayor.
Los gases y polvo de la coma, empujados por el viento solar, se proyectan en
dirección contraria al Sol, formando las clásicas colas del cometa que
pueden tener decenas de millones de kilómetros de longitud.
Tempel 1 no es un cometa brillante y para poder observarlo se requiere de
telescopios y conocer su localización precisa en el cielo.
Impacto Profundo es una sonda automática controlada por radio con la Red de
Espacio Profundo de NASA. Durante la travesía de la nave, será vigilada la
buena salud de la misma y la operación de todos sus sistemas.
DI es en realidad dos naves: la nave principal dotada de varias cámaras para
obtener imágenes y un espectroscopio que permite analizar los componentes
observando la luz del cometa y sus reacciones.
La segunda parte es el "impactor", acoplado ahora a la nave principal: una
cápsula de un metro por un metro y 370 kg. de masa, con su propio sistema de
navegación, batería para energía y cámara para imágenes. Su destino:
impactarse con el cometa.
Un día antes de encontrarse con el cometa, la nave principal apuntará hacia
el cometa y soltará el impactor que, por su propio sistema de navegación
"buscará" el cometa dirigiéndose hacia el e impactándose en menos de 24
horas.
Por su masa de 370 kg y la velocidad de impacto de 10.2 km/seg, el impactor
producirá una explosión equivalente a 4.8 toneladas de TNT afectando un área
del núcleo del cometa próxima a los 6 kilómetros. Se espera que tal choque
produzca un cráter con un tamaño mínimo de una casa o tan grande como un
estadio de futboll y con una profundidad que puede ir en equivalencia desde
dos hasta catorce pisos.
El impacto debe producir una expulsión de polvo, hielo y gases que
cuidadosamente serán observados, mientras tanto, por la nave principal,
provista de un escudo para evitar daños en sus instrumentos. Se estima que
durante diez minutos, esta nave capte todo el acontecimiento a sólo 500 km
de distancia del núcleo del cometa, en la parte del mismo iluminada por el
Sol.
La nave principal seguirá su trayectoria pero volteará para ver en
alejamiento la parte del núcleo que no es iluminada por el Sol.
La secuencia de sucesos durante el impacto permitirá responder muchas de las
preguntas existentes sobre los cometas. Se estima que los cometas se
desgastan con el tiempo, conforme van perdiendo polvo, gas e hielo en cada
aproximación al Sol, al igual que una pastilla de jabón se desgasta con el
agua. Sin embargo, la observación de los efectos del impacto permitirá
conocer realmente la constitución del núcleo y su densidad, permitiendo así
refinar los cálculos.
Es importante señalar que el impacto a ocurrir en ningún momento provocará
una desviación en la trayectoria del cometa o pondrá en peligro a nuestro
planeta. No es remoto que en la proximidad de tal evento, pseudo-científicos
comiencen a divulgar riesgos para la Tierra con esta acción.
La observación del impacto obviamente será desde primera fila por la nave
principal de DI. Sin embargo, también se comienzan a programas decenas de
telescopios que, desde la Tierra, observarán el fenómeno.
Entre los telescopios espaciales existentes, el Hubble ya tiene reservado
tiempo de observación para el momento del impacto. Toda una red de
telescopios en observatorios terrestres también se están programando para
realizar observaciones. Esto incluye a los astrónomos aficionados, que
también participarán con pequeños telescopios para intentar percibir cambios
en la luminosidad del cometa. Los aficionados interesados en observar el
fenómeno pueden encontrar mapas celestes con la posición del cometa en http://neo.jpl.nasa.gov/images/tempel1_1.jpg
El experimento del impacto también dejará otra lección: Se ha especulado que
ante la amenaza de algún cometa se dirigiera hacia la Tierra, una de las
alternativas sería intentar destruirlo. La experiencia del DI permitirá
evaluar esta posibilidad.
La misión del Deep Impact será la novena misión espacial automática dirigida
hacia un cometa: En 1986 la nave americana ICE se aproximó al Cometa Giacobbini-Zinner; el mismo año las naves japonesas Suisei y Sagidake, las rusas
Vega 1 y 2 y la europea Giotto se encontraron con el Cometa de Halley; en
2002 Deep Space 1 se encontró con el cometa Borrelly y en enero de 2004,
Stardust tuvo un acercamiento al Cometa Wild 2.
La siguiente misión espacial después de DI es Rosetta, sonda automática de
la Agencia Europea del Espacio lanzada el 2 de marzo de 2004. Llegará al
cometa Churyumov-Gerassimenko el año 2014 para insertarse en órbita y hacer
descender otra pequeña nave sobre el núcleo de ese cometa.
Este artículo puede ser publicado en impreso o forma electrónica otorgando los créditos correspondientes.
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